
Para la fecha se tenían noticias en el centro de la muerte del Tirano Aguirre en Barquisimeto y asimismo se conocía la circunstancia de que Diego García de Paredes y el General Gutiérrez de Peña, prestigiosos hasta entonces, por haber sometido tras mucho batallar la tribu de los Cuicas en Trujillo, acababan de regresar de España arribando en Catia con rumbo a Borburata. Igualmente se asegura que García de Paredes luego de ir a España y ser designado gobernador de la provincia de Popayán venía a tomar posesión de su cargo, en 1563, y que traía como especial objetivo en este viaje la destrucción de la defensa aborigen en los alrededores de Catia o en lo que era lo mismo: la cabal destrucción de Guarauguta y sus huestes.
El indómito indio con tales noticias se apresto rápidamente para la defensa. Selecciono tropas, organizo contacto e hizo acopio de flechas, macanas y otros elementos de guerra. Pronto pudo contar con un ejército numeroso y relativamente acondicionado. Más de 200 hombres acompañaban al veterano guerrero peninsular. Tan fuerte se creyó García de Paredes que no vacilo en desembarcar en la ensenada de Catia, específicamente en Cabo Blanco, seguro de someter a Guarauguta en sus mismas madrigueras. El velero, con un pequeño grupo custodio, quedo anclado en un estratégico sitio de la costa. El desembarco a tierra firma se realizo bajo confianza absoluta. Pero de pronto Guarauguta ataco por sorpresa por varios puntos. Con hondo sentido de estratega concentro sus refuerzos en los flancos. Las horas pasaban y el empuje aborigen no llevaba trazas de remitir. Antes, por el contrario, se intensificaba la acometida. Bien en cargas de frente como tratando de envolver a los hispanos por la retaguardia. Y así, por ultimo, ya entrada la noche, la batalla aun continuaba con idéntico ardor que en las horas meridianas. De pronto, Guarauguta concibió un plan; atacar con 20 hombres al mismo campamento donde se encontraban los jefes y enfrentarse con ellos. Rápidamente el cacique puso manos a la obra. Con heroísmo incontenible y valiéndose de las sombras de la noche penetro hasta el mismo bohío de Diego García de Paredes. Se desato la lucha cuerpo a cuerpo, Guarauguta se hizo dueño de la situación, el triunfo fue tan completo que hasta el celebre García de Paredes encontró la muerte en la contienda, así como también pierden sus lugartenientes Alonso Zapata y Francisco de Las Casas.
Y por la mañana, Guarauguta vio como derrotado y llevando escasos supervivientes, se hacia a la mar, rumbo a Borburata, aquel pequeño velero que viniera de España portador de ordenes del rey. El capitán Gómez de La Peña, vence al guerrero, quien muere acribillado en los alrededores de Catia La Mar.
Excelente articulo... Aunque hay algunas inconsistencias con datos históricos... Lo considero invaluable
ResponderBorrarMe gustaria q me compartiera cuales son esas inconsistencias? .. Gracias por su visit y por comentar!
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