El
18 de junio de 1815, Napoleón Bonaparte perdió su ultima batalla en Waterloo
(Bélgica), cerca de Bruselas, derrotado por una coalición de tropas inglesas y
prusianas. Después del terrible desastre sufrido por Bonaparte y su “grande
armée” (gran ejercito) de mas de 600 mil hombres en Rusia, el Emperador volvió
a formar un nuevo ejercito. Esta vez sus soldados eran jóvenes reclutas,
bisoños, sin experiencia en las armas. Contra Napoleón se reunieron las tropas
de Rusia, Prusia (Alemania), Austria y Suecia. Bonaparte
se vio nuevamente obligado a abdicar y fue condenado a la remota isla de Santa
Elena en el océano Atlántico Sur, cerca de las costas de África. Luis XVIII,
hermano de Luis XVI muerto en la guillotina, asumió la Corona.
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