Juan José Flores y Aramburu nació en Puerto Cabello, el 19 de junio de 1800. Fueron sus padres Juan José Aramburu, rico comerciante español y Rita Flores, oriunda de Puerto Cabello. Su bautismo de fuego se produjo durante el tiempo de Segunda República, cuando figuró entre los defensores de Valencia ante el sitio impuesto a esta ciudad por parte de los realistas en 1814. En 1815, con el grado de alférez en el ejército de Apure combate en Arauca y Palmarito. El año siguiente vio acción en las batallas de Mata de Miel y de Yagual, y en los combates de Mantecal, Banco Largo y Achaguas. En 1817, ascendido a teniente participa en las batallas de Caracoles y Mucuritas. En 1820, ya como capitán, toma parte en las campañas de Mérida y Trujillo. Posteriormente, con el grado de teniente coronel pasa al ejército de occidente, mandado por el general Rafael Urdaneta, y en 1821, combate en Matícora y en la Batalla de Carabobo (24.6.1821).
A fines de 1821 marcha con Simón Bolívar a la Campaña del Sur, figurando como uno de los vencedores de Bomboná el 7 de abril de 1822. Ese mismo año se encarga del Estado Mayor del Ejército Libertador y es ascendido a coronel en Cuenca (Ecuador). En 1823, se le confiere el mando civil y militar de la provincia de Pasto (sur de Colombia); librando durante 2 años, diversos combates por la pacificación de esa zona. En 1824 contrajo matrimonio con la aristócrata quiteña Mercedes Jijón y Vivanco, con quien tuvo 12 hijos. El 1 de octubre de 1826 Bolívar lo asciende a general de Brigada. En 1827, tiene una participación decisiva en la derrota de las fuerzas de la tercera división grancolombiana, la cuales llegaron a Guayaquillas tras haberse sublevado en el Perú contra la política integracionista del Libertador. El 15 de julio de 1828 envía una declaratoria de guerra al gobierno peruano por sus ataques al Gobierno de Colombia, del cual Ecuador formaba parte. Como comandante general, Flores levantó un ejército de 4.000 hombres y lo envía al sur para respaldar la política de Bolívar.
Cuando el mariscal Antonio José de Sucre regresa al Ecuador, Flores figura como su segundo en la batalla de Portete de Tarquí (al sur del Ecuador) el 27 de febrero de 1829, en la cual es derrotado el ejército peruano mandado por el general José de La Mar; siendo ascendido ese mismo día a general de división. El 13 de mayo de 1830, al decidirse la separación de Ecuador de la Gran Colombia, Flores es encargado del mando supremo, civil y militar de dicha nación, hasta el establecimiento de una Constituyente. El 30 de mayo del mismo año se celebran elecciones en Ecuador, ganando el partido del general Flores; por lo que entrega el mando que le fuera otorgado y es elegido por la Constituyente el 11 de septiembre, presidente de la naciente República para el período 1830-1834. En 1833, como un intento por controlar la difícil situación política, Flores solicita al Congreso poderes extraordinarios, ordena el destierro de uno de los opositores de su régimen Vicente Rocafuerte, y disuelve el Congreso; lo que produjo el estallido de 2 revoluciones: la de Guayaquil y la de Quito. Finalmente, luego de sofocar otro alzamiento de menor importancia, Flores y Rocafuerte se reconcilian, y el 19 de julio de 1834, por pacto suscrito, Flores entrega a Rocafuerte la presidencia de la República.
El 19 de enero de 1835, Flores triunfa en la batalla de Miñarica, como comandante general de ejército, logrando con esto pacificar al Ecuador. El 15 de enero de 1839 fue electo por el Congreso ecuatoriano como presidente de la República para el período 1839-1843. A diferencia de su primer gobierno, en éste se experimenta una mayor estabilidad política como consecuencia de que la economía tiene una cierta recuperación, se amplían las relaciones internacionales, se extienden las relaciones comerciales con los antiguos países de la Gran Colombia y se establecen relaciones con España en 1840. El 5 de enero de 1843, se reunió el Congreso en Quito con la finalidad de redactar una nueva Constitución que quedó sancionada el 31 de mayo del mismo año. En ella por proposición de Flores, se extendía el período presidencial a 8 años y se establecía la reelección con el intervalo de un período. Bajo estas circunstancias Flores resultó electo por el Congreso para un tercer mandato (1843-1851). En este último período presidencial la cosas no resultaron tan favorables para Flores, ya que, la Constitución sancionada en 1843 y el tributo personal de 3 y 2 pesos implementado, generaron una encendida oposición y alzamientos en contra de su gobierno; los cuales culminaron con el Tratado de Virginia (17.6.1845) por medio del cual Flores dejaba el poder y se marchaba a Europa por 2 años.
En 1846, Flores organizó desde Europa una expedición formada por expedicionarios franceses, españoles e ingleses, con el objeto de retomar el poder, por considerar que su sucesor en la presidencia, Vicente Ramón Roca, no había cumplido lo pactado; sin embargo, esta iniciativa fue frustrada cuando el gabinete británico desistió en proporcionar ayuda a Flores. A Venezuela regresó en 2 oportunidades (1847 y 1857); siendo nombrado en la segunda visita general en jefe por parte del Congreso Nacional. El 27 de mayo de 1860, tras un largo exilio regresa al Ecuador. En esta ocasión el gobierno presidido por Gabriel García Moreno le colma de honores, devolviéndole sus bienes y encomendándole la pacificación del país. En febrero de 1861, al lado de García Moreno, Flores intenta restaurar la antigua República de Colombia; lo cual se ve dificultado por la ruptura de relaciones entre Ecuador y la Nueva Granada (Colombia). Durante este intento de refundación de la Gran Colombia, Flores invade el territorio neogranadino al mando de un ejército ecuatoriano, siendo derrotado por el general Tomás Cipriano de Mosquera en Cuaspud (1863). Ante este fracaso militar, regresa al Ecuador donde continúa apoyando a Gracía Moreno. Finalmente, muere en una campaña militar contra un ejército mandado por el general José María Urbina con el apoyo del general Ramón Castilla, a bordo del vapor Smark, sobre el golfo de Jambelí y cercano a Santa Rosa (Ecuador). Sus restos reposan desde 1866 en la catedral de Quito.
En 1846, Flores organizó desde Europa una expedición formada por expedicionarios franceses, españoles e ingleses, con el objeto de retomar el poder, por considerar que su sucesor en la presidencia, Vicente Ramón Roca, no había cumplido lo pactado; sin embargo, esta iniciativa fue frustrada cuando el gabinete británico desistió en proporcionar ayuda a Flores. A Venezuela regresó en 2 oportunidades (1847 y 1857); siendo nombrado en la segunda visita general en jefe por parte del Congreso Nacional. El 27 de mayo de 1860, tras un largo exilio regresa al Ecuador. En esta ocasión el gobierno presidido por Gabriel García Moreno le colma de honores, devolviéndole sus bienes y encomendándole la pacificación del país. En febrero de 1861, al lado de García Moreno, Flores intenta restaurar la antigua República de Colombia; lo cual se ve dificultado por la ruptura de relaciones entre Ecuador y la Nueva Granada (Colombia). Durante este intento de refundación de la Gran Colombia, Flores invade el territorio neogranadino al mando de un ejército ecuatoriano, siendo derrotado por el general Tomás Cipriano de Mosquera en Cuaspud (1863). Ante este fracaso militar, regresa al Ecuador donde continúa apoyando a Gracía Moreno. Finalmente, muere en una campaña militar contra un ejército mandado por el general José María Urbina con el apoyo del general Ramón Castilla, a bordo del vapor Smark, sobre el golfo de Jambelí y cercano a Santa Rosa (Ecuador). Sus restos reposan desde 1866 en la catedral de Quito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario