Miguel Ángel Espinosa, conocido artísticamente como “Heleno”, nació en Buenos Aires. Con sólo 15 años, lo ayudaban su físico y sus rasgos adultos que le permitían presentarse en clubes nocturnos, donde hizo sus primeras incursiones como cantante con los nombres de “Darío Coty” o “Christian”. Pero su verdadera iniciación artística, ya rondando los 30 años, se produjo cuando tres conocidos periodistas del ambiente artístico lo vieron actuar en una boite porteña y sorprendidos por sus cualidades vocales, gestionaron las primeras pruebas en RCA de Argentina.
Ya con el nombre de HELENO, paso el examen y empezó a presentarse en clubes de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, además de incursionar en shows televisivos, donde cosechó un singular éxito y el afecto de miles de jovencitas que lo convirtieron rápidamente en un ídolo de la canción. La carrera de HELENO, a partir de ahí, fue meteórica. Su primer gran éxito fue “La chica de la boutique” en 1971 del que vendió más de 400 mil discos y le valió su primer Disco de Oro, además de encabezar durante varias semanas los rankings de ventas.
Después vinieron temas como “Niña mujer”, “En un micro” y otros más que eran de su inspiración y que recibieron favorables acogidas por parte del público juvenil. La velocidad con que se impuso no fue menos sorprendente que la fecundidad de su inspiración de producción, completó 2 LP más y varios simples hasta superar la docena. Al final de 1973 publicó “No son palabritas”, un tema que fue un verdadero éxito y del que se vendieron 120 mil copias en Argentina, 200 mil en México y 400 mil en el resto de América Latina. Esa misma canción fue grabada en portugués para incursionar en el mercado brasileño, francés y también en alemán.
Compositor de la casi totalidad de sus canciones, Heleno ejecutaba la guitarra permanentemente como un vicio, buscando crear nuevos temas. En 1973 visito 13 países americanos, incluidos Brasil y los Estados Unidos, recibiendo aplausos ante los públicos más diversos además de invitaciones para volver a presentarse en festivales y conciertos. En la actualidad, Heleno continúa presentando su show a los seguidores de la balada en diferentes países de Centro y Suramérica.
Ya con el nombre de HELENO, paso el examen y empezó a presentarse en clubes de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, además de incursionar en shows televisivos, donde cosechó un singular éxito y el afecto de miles de jovencitas que lo convirtieron rápidamente en un ídolo de la canción. La carrera de HELENO, a partir de ahí, fue meteórica. Su primer gran éxito fue “La chica de la boutique” en 1971 del que vendió más de 400 mil discos y le valió su primer Disco de Oro, además de encabezar durante varias semanas los rankings de ventas.
Después vinieron temas como “Niña mujer”, “En un micro” y otros más que eran de su inspiración y que recibieron favorables acogidas por parte del público juvenil. La velocidad con que se impuso no fue menos sorprendente que la fecundidad de su inspiración de producción, completó 2 LP más y varios simples hasta superar la docena. Al final de 1973 publicó “No son palabritas”, un tema que fue un verdadero éxito y del que se vendieron 120 mil copias en Argentina, 200 mil en México y 400 mil en el resto de América Latina. Esa misma canción fue grabada en portugués para incursionar en el mercado brasileño, francés y también en alemán.
Compositor de la casi totalidad de sus canciones, Heleno ejecutaba la guitarra permanentemente como un vicio, buscando crear nuevos temas. En 1973 visito 13 países americanos, incluidos Brasil y los Estados Unidos, recibiendo aplausos ante los públicos más diversos además de invitaciones para volver a presentarse en festivales y conciertos. En la actualidad, Heleno continúa presentando su show a los seguidores de la balada en diferentes países de Centro y Suramérica.
Sólo éxitos
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